GUIA DE COMPRAS POR ESTAMBUL

Ya he regresado de mi viaje por Estambul y como no podía ser de otra forma, os traigo las recomendaciones de compras para las que viajéis próximamente a ese destino.

La verdad es que es una ciudad preciosa, muy segura, muy europea pero al mismo tiempo con unas costumbres y unos lugares que nos trasportan inmediatamente a Oriente. Su lugar a medio camino entre Europa y Asia la hacen ser una ciudad de contrastes y mezclas.

En cuanto a las compras, bueno, no es Nueva York, pero tiene algunas cosas interesantes. Los turcos son grandes comerciantes y tienen una tienda o un puesto en cada rincón de la ciudad: subterráneos, calles, estaciones, etc. para vender bisutería, electrónica, comida, o lo que haga falta.

El principal núcleo de compras de Estambul es El Gran Bazar. Uno de los mercados más grandes y más antiguos del mundo que continúa en funcionamiento. Es para volverse loco, tanta tienda, tantos vendedores intentando reclamar tu atención, el regateo constante. La mayoría habla español.

No encontré el look folk étnico que buscaba, pero lo que sí había eran cantidad de bolsos de imitación, hechos con piel buena y de gran calidad. También había imitaciones malillas de las que se ven a la legua. Estuve pensando comprarme una imitación del bolso Edith de Chloé porque estoy encaprichada con él, pero era un tamaño más de bolso de viaje que de diario. Pedían unos 145 euros por él. Ví otro modelo de Marc by Marc Jacobs en gris que me gustaba. Regateándolo lo dejaba en unos 125 euros. Pero la verdad, no necesito más bolsos y creo que prefiero ahorrar un poco y comprarme uno verdadero, porque esos precios no son baratos para ser imitación (igual es que no soy buena regateando).

Tenían imitaciones buenas de Balenciaga, de Prada (incluso el modelo nuevo de este invierno que tiene como volantes), de Marc Jacobs, de Loewe, de Chanel, de Louis Vuitton, de Valentino, de Cartier. Las principales tiendas de bolsos estaban en la primera calle a la derecha según tomas la entrada más cercana al tranvía y por el centro.

Por lo demás, había joyas en oro, plata (unas joyas artesanales preciosas), prendas de cuero (la calidad de la piel sería buena, pero el corte de las prendas era como de hacía 15 años), y muchas alfombras. Las prendas de ropa "típicas" eran de mala calidad, de unos colores muy cantosos y con excesivos detalles de lentejuelas y pedrería. Nosotros compramos una pipa de agua y unos platos decorados como recuerdo.

Bajando desde el Gran Bazar hacia el Bazar de las especias había muchas tiendas en las que acuden los turcos a comprar. Allí sí que encontré unos caftanes muy bonitos por unos 5 euros. En el Bazar de las Especias vendían comida: especias, té, delicias turcas. También compramos alguna cosa por allí.

Otra zona de tiendas de Estambul es la calle Istiklal Cadesi en el barrio de Beyoglu. Hay muchas tiendas de cadenas europeas y otras turcas, pero la verdad, estas últimas son de una calidad y un mal gusto terribles. Esa zona pensaba que iba a tener cosas más interesantes (centros comerciales y tal), pero la verdad es que me decepcionó bastante. En el Avrupa Pasaji (pasaje europeo), muy próximo a la calle Istiklal Cadesi, había alguna tienda chula, en una de ellas compré unos pendientes de plata y turquesa.

Por último el recorrido que sigue el tranvía desde Çemberlitas hasta Eminönü también tiene muchas tiendas, aunque estén sobre todo para turistas, hay algunas muy bonitas, por ejemplo, hay tiendas de ropa con pantalones turcos con telas estampadas (ideales si tienes un estilo hippie), tiendas de alfombras y nuevas tiendas de bolsos de imitación.

Como anécdota del dudoso gusto de los turcos y turcas para vestirse (supongo que habrá honrosas excepciones), contaros que un día nos perdimos por la calle de los vestidos de novia. La pena es que no saqué fotos porque estabamos un poco agobiados buscando cómo volver en el mapa, pero si os podéis imaginar el vestido de novia más hortera que existe, seguro que allí estaba: volumenes en mangas y cola, pedrería, bordados y encajes por todos los centímetros de tela, telas de raso brillante, en definitiva, de desprendimiento de retina.

Las fotos de Estambul son cortesía de una página que he encontrado por internet, porque las nuestras todavía no las hemos pasado al ordenador.