LAS FAMOSAS MEJOR Y PEOR VESTIDAS EN LOS GOYA

Tengo que reconocer que esta ceremonia de los Goya me ha sorprendido muy gratamente. Casi todas las actrices asistentes a la Gala iban guapísimas, la mayoría de ellas vestidas con diseñadores nacionales, Corbacho sólo apareció 5 minutos, con lo que pudimos descansar la vista de sus trajes que hacen daño a la vista, y hasta las pocas que metieron la pata tampoco estaban de horror absoluto. Entre las mejor vestidas, Penélope Cruz con un vestido de Chanel de encaje negro muy sexy.

Su amiga Goya Toledo con un vestido dorado también resplandeció en la Alfombra Verde.

Me gustó mucho la actriz ganadora del Goya a mejor actriz, Carmen Elías, con un vestido de tul de seda en gris, que utilizaba hasta 30 metros de tela.

También me encantó Veronica Echegui, muy gótica con un vestido negro de Juanjo Oliva, con un maxicollar y un coqueto recogido. Se le veía un poco fastidiada con lo de perder el Goya, y su novio intentó animarla con un morreo en un momento inoportuno que el realizador de la tele captó. Muy bien también Aitana Sanchez Gijón, con vestido escote palabra de honor en color chocolate, y Maribel Verdú, desafiando al color de la mala suerte para los actores, con un vestido amarillo de volantes con detalle de brillantes en el cuello y en la cintura.

Las actrices que eligieron a Josep Font también destacaron entre las mejor vestidas: Leonor Watling, recuperándose de su embarazo y Leticia Dolera, de blanco.

En cuanto a lo de ir con vestido corto o vestido largo, en mi opinión no creo que las que vayan de corto van peor, pueden ir igual de elegantes. De hecho, las más jovencitas están mejor de corto, como por ejemplo, Clara Lago, Maria Valverde (impresionante con un minivestido amarillo, muy alejada del look cursi que suele llevar, pena que no he conseguido fotos), o Manuela Velasco, todas ellas con unos zapatos de altísimo tacón, o Nerea Camacho, la actriz revelación por Camino, de corto y con bailarinas.

Y las peor vestidas: Miriam Diaz Aroca, de horror, con un escotazo en el costado y floripondio rojo. Para sujetar el escotazo, el vestido tenía una licra en color visón que mantenía unido el vestido.

No me gustó nada Belén Rueda, ese vestido blanco, por muy Carolina Herrera que sea, me recuerda al típico de boda cutre del extrarradio, que cuanto más volantes, más brillos, mejor.

Tampoco me gustó Paz Vega, que parecía un pastel de fresa. Está embarazada, así que tiene cierta limitación para escoger vestido, pero con tanta tela y tan abullonada, estaba fatal.