A cuenta de conversaciones de whatsapp con mis amigas, salió este post sobre el estrés de las madres trabajadoras. Todas estamos igual, pero eso no debería servir de consuelo. Es imposible llegar a todo, pero nosotras nos empeñamos en que sí, en parte porque la sociedad nos vende la moto de que hay que ser superwoman y hacerlo todo bien, en parte porque las empresas no facilitan casi nada conciliación de la vida laboral y personal, en parte porque nosotras nos exigimos más de la cuenta y en parte porque el reparto de tareas en casa dista mucho de ser equitativo en la mayoría de los casos. En fin, que con todo no se puede y me encantaría escuchar vuestras opiniones al respecto.
Lo cierto es que yo no me puedo quejar demasiado, porque trabajo desde casa y tengo mucha flexibilidad, pero al final el trabajo también hay que sacarlo adelante, los niños son aún pequeños y dan muchísimo trabajo y en casa siempre hay cien cosas que hacer. Menos mal que hay cosas que compensan, como los logros que vamos consiguiendo en el trabajo y sobre todo, los pequeñajos que siempre nos sacan una sonrisa por muy agotador que haya sido nuestro día.
Y girando a temas más ligeros, os recomiendo un artículo sobre ideas de cómo las famosas lucen los vaqueros, de día, de noche y para todo tipo de situaciones.
Por cierto, felicidades a todas por San Valentín, a las que estéis enamoradas y a las que no, por supuesto, se puede disfrutar de la vida con pareja o sin ella, así que celebremos todos el día del amor. Mejor que un regalo típico por este día tan especial lo que se puede hacer es un plan divertido para pasarlo bien juntos.
Para celebrar el día de los enamorados, es muy típico vestirse de rojo, un color que refleja la pasión y sobre todo, que levanta el animo y favorece un montón, así que os dejo con ideas para lucir este color.
Si hay alguna embarazada que me lee, ¿habéis pensado ya qué nombre le vais a poner al bebé? Hay gente que lo tiene muy claro, pero hay gente que le cuesta mucho pensar el nombre. En este artículo os cuento cómo decidieron el nombre unas cuantas madres.
La etiqueta de superwoman la pone la sociedad aunque también nos gusta autoimponérnosla a nosotras mismas. Nos cuesta reconocer que no podemos con todo a veces y no vamos a hablar de pedir ayuda. Porque muchas veces parece mejor hacerlo tú y luego si un caso quejarte que nadie te ayuda que empezar por otro camino. Y qué decir de la prisa que tienes por acostar a los niños para morir extasiada en el sofá, casi cayéndosete las lágrimas y echándolos de menos en ese mismo momento hasta el día siguiente.
ResponderEliminarYo creo que la presión es mucha, tanto la que parece que nos pone la sociedad como la que nos exigimos nosotras. Pero claro, luego está la satisfacción personal de haberlo conseguido con un resultado medianamente aceptable. Lo que viene siendo la pescadilla que se muerde la cola.