Los pantalones más anchos han desbancado por completo a los pitillos que parecían dispuestos a quedarse eternamente en nuestro armario. La verdad es que los pantalones baggy tienen sus ventajas: son cómodos, no dan tanto calor, y crean un aspecto relaxed muy a la moda. Pero no todos los pantalones baggy sientan igual de bien, y sobre todo, hay formas de llevarlos para que queden mejor.
Para empezar, es importante marcar cintura con ellos. Es decir, si llevas un jersey meterlo por dentro, aunque sea la parte delantera, ponerte cinturón y marcar ese punto de la silueta, y dejar que los pantalones se abomben lo que quieran por las piernas.
Otra combo que resulta muy bien es pantalón baggy con una parte de arriba minúscula, ajustada y escueta. Se lleva muy bien con crop tops, lencería, cárdigans finos y chaquetas cortas.
La verdad es que no soy muy fan de la tendencia oversize porque me veo aún más grande que de lo normal. Por ejemplo, este look me parece un cuadro.
Pero esta tendencia de pantalones baggy puede quedar mejor con una camiseta ajustada, un tank top, y unos tacones.
Otra buena idea es enseñar algo de tobillo, para que la silueta quede más pulida. Los pantalones baggy algo pesqueros son así de chic.
Estos pantalones baggy se están dejando ver tanto en las nuevas tendencias denim de la primavera como en versión pantalones acampanados, y también en versión pantalones cargo.
Y como musa de inspiración ya que nos estamos fijando en tendencias de los años 90 y primeros 2000, ¿qué tal Gwen Stefani? Nadie ha llevado los pantalones cargo, los de camuflaje y los baggies como ella.
Fotos: Style du monde
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